Uno de los principales retos para los proveedores de soluciones de seguridad para el correo electrónico es la continua y rápida evolución del panorama de las amenazas, ya que las soluciones deben seguir el ritmo de los ataques cada vez más sofisticados a diversos vectores.

Los atacantes tienen como objetivo el correo electrónico, pero también vulneran las defensas de las organizaciones a través de vectores de ataque como las aplicaciones basadas en web y otras aplicaciones de colaboración.